2 de septiembre: Fallece Germán Dehesa

Germán Dehesa fue alumno de Juan José Arreola. En el año 2002, en el Programa "Conversando con Cristina Pacheco" de Canal 11, comentó esta anécdota. Juan José Arreola llegó a la UNAM como profesor de teoría literaria. La primera clase, Arreola se la pasó hablando de Zapotlán, su pueblo. Germán y sus compañeros se dijeron:"Es la primera clase. Así pasa siempre". En la segunda clase fue lo mismo. Hablar de Zapotlán y de cosas de los pueblos de aquel Jalisco. Y luego la tercera, la cuarta, la quinta. Así pasaron dos meses. Los estudiantes perdieron la paciencia: Maestro, ¿cuándo va a empezar la clase?, ¿a qué horas nos va a hablar de teoría literaria?. Don Juan José contestó a los jóvenes: "El conocimiento que ustedes quieren está en los libros. Les puedo dar una lista de textos para que se los lean y aprendan el programa. Pero yo vine a otra cosa: vine a contagiar una pasión, la pasión por la literatura".
Germán Dehesa sufrió de ese contagio. Fue un apasionado de la literatura. "Soy feliz escribiendo", llegó a decir. Toda su vida giró en torno a la palabra escrita y hablada. Conferencista, profesor universitario, escritor de varios libros, coordinador de talleres literarios, todólogo en el mundo de la farándula satírico-política (empresario, comediante y actor), escritor de artículos y crónicas de las cosas leves, breves y sencillas. Escritor agudo, ingenioso, antisolemne, irónico, alegre. Un hombre libre, crítico frente al poder, ciudadano de voluntad independiente y pasión por la justicia.
Dejó este mundo el día de hoy, faltando veinte minutos para las siete de la noche. Nos duele. Lo vamos a extrañar. Su sentido del humor, su desenfado, su solidaridad, su palabra dialogante y voz palabra fresca, son su herencia, su ejemplo y su luz que seguirá brillando mientras haya memoria y agradecimiento. Y claro que los hay. Él se los ganó y hay muchos mexicanos que lo recordaremos en el calor del corazón.
Descansa en paz Germán. Quien fue feliz escribiendo, viviendo, conversando, vacilando, haciendo desmadre, como le gustaba afirmar.