Cultivo de la vida interior
"Cada momento y cada acontecimiento de la vida de todas y cada una de las personas sobre la tierra, siembra algo en su alma. Pues del mismo modo que el viento arrastra miles de semillas aladas, así también cada momento lleva consigo semillas de vitalidad espiritual que se posan imperceptiblemente en las mentes y las voluntades de los seres humanos. La mayoría de estas innumerables semillas perecen y se pierden, porque los seres humanos no están preparados para recibirlas, pues tales semillas sólo pueden brotar en la tierra buena de la libertad, la espontaneidad y el amor" (Thomas Merton, Nuevas semillas de contemplación, p. 36).
El mundo está sembrado de semillas de vitalidad espiritual. Todo cuanto ocurre y todo cuanto nos rodea tiene un mensaje para nosotros. Nos toca preparar la tierra buena donde germinarán y crecerán esas semillas. Esto sólo será posible con curiosidad, amor por la vida, desinterés, observación que gusta de las maravillas cotidianas, asombro, humildad. Ganas de dejarse sorprender por la vida. Hace falta cultivo de la vida interior.
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