Los “tucitos”: hazaña no reconocida
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Foto: www.milenio.com/node/545916 |
Raúl Ochoa
Un puñado de niños de secundaria le dio a México un campeonato mundial de futbol. Son los titulares del Pachuca categoría 98 y con la camiseta nacional hace una semana vencieron a Uruguay en la final del torneo Copa de las Naciones, en Soweto, Sudáfrica. No recibieron más premio que la copa y sus medallas… y el interés de algunos clubes europeos por las figuras más destacadas del equipo. Y aún esperan que el gobierno o la Federación Mexicana de Futbol les den por lo menos una palabra de aliento.
PACHUCA, HGO.- Apenas tienen 12 años y ya son campeones mundiales de futbol. Son los 14 integrantes del club Pachuca categoría 98 que llevaron la representación de México a la Copa de las Naciones.
Los adolescentes –la mayoría de ellos cursa primero de secundaria– han entrenado bajo la dirección de Raymundo Benítez desde hace 15 meses. Aunque todos juegan en Pachuca, sólo cuatro son originarios de Hidalgo. Los demás vienen del Estado de México, Zacatecas, Chihuahua, Colima, Coahuila, Guanajuato, Querétaro y Tamaulipas.
Benítez, sólido formador de futbolistas, ha ganado un centenar de títulos con equipos de fuerzas básicas; entre ellos dos medallas de oro, una de plata y una de bronce en las Olimpiadas Nacionales.
Su más reciente logro: el domingo 3 el equipo que dirige conquistó la Copa de las Naciones Danone, competencia avalada por la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA).
Y algo más. Al menos tres de los flamantes campeones mundiales despetaron el interés del Barcelona y de algunos equipos de la liga francesa, cuenta Benítez a Proceso.
Desde el domingo 3 hay 14 muchachos que viven días de gloria después de superar 2-0 a Uruguay en la final del torneo jugado en Soweto, Sudáfrica. Y además tuvieron una sorpresa: un encuentro con el exjugador francés Zinedine Zidane, padrino del certamen y a quien le correspondió la entrega de la copa mundialista.
El centrocampista que fue campeón mundial en 1998 les recordó a los jóvenes el caso del mexicano Giovanni dos Santos, quien hace 10 años se dio a conocer en este mismo certamen, cinco años más tarde levantó el trofeo en el Mundial Sub-17 (Perú 2005) y luego fue contratado por el Barcelona:
“Esto puede ser un impulso pero no es mi mensaje. Mi mensaje es que disfruten el momento y que si algún día uno puede salir como Gio, pues sería grandioso. Ojalá en el futuro podamos ver a muchos (de estos) niños en la Copa del Mundo de verdad”.
El aliento de Zidane
El delantero tamaulipeco Hugo Aguirre, autor del primer gol frente a los uruguayos, todavía tiene presentes las palabras del exfutbolista galo: “Él vio nuestro partido de la final. Tuvimos la fortuna de que se sentara justito por la banda en la que yo jugaba. Noté que me estuvo observando y después nos dijo a todos: ‘Muy bien jugado. Forman una buena selección, sigan adelante porque seguramente llegarán muy lejos’”.
Aguirre, uno de los prospectos del Pachuca por el que se interesa un equipo francés, se ilusiona: “Quisiera llegar a ser como Messi... mi sueño es ser futbolista, pero si no se llegan a dar las cosas me iría a la carrera de contador”.
Agrega: “Quedará en mi archivo por si acaso me voy del club por alguna razón y me quiere otro equipo. Ahí estará entonces mi expediente de que he sido campeón del mundo. Espero que este logro me ayude para seguir siendo jugador de futbol. Será nuestra principal carta de presentación”.
–¿Cómo vives tu momento al saberte campeón del mundo?
–Es demasiado emocionante… no se puede explicar. Te dan ganas de llorar, disfrutar, estar con tu familia, con los amigos. Es una situación muy agradable e inexplicable que jamás olvidaré. Estoy muy feliz.
Aguirre fue reclutado por visores del Pachuca en un torneo en Querétaro en agosto de 2009. “Me invitaron a realizar pruebas, pero no pude en ese momento, y en noviembre pasado le hablaron a mi papá, que si podía venir a Pachuca a realizar pruebas en diciembre. Me presenté y quedé seleccionado en enero. Aquí me dan alimentación, hospedaje, estudios, transporte. No me pagan, pero eso contaría como mi paga porque sería muy difícil que mis padres paguen todo eso. Curso primero de secundaria”.
El portero Carlos Moreno sueña con llegar a ser como el mayor referente y capitán del Pachuca, el colombiano Miguel Calero. “Esa es mi meta y mi máxima ilusión: ser Calero. De él me gusta su forma de ser y su personalidad. Es mi guía: me fijo cómo se para en el área, qué hace, cómo recorre la portería y cómo toma el balón”.
Originario de Colima, Moreno conoció a su ídolo el miércoles 6 durante el convivio que la dirección del club hidalguense organizó con los monarcas infantiles y los jugadores del primer equipo.
Ahí el joven portero le expresó su admiración a Calero. “Ahora ya sabe que quiero ser como él. Aproveché el momento para decirle que es mi ídolo y que quiero seguir sus pasos. Me dijo que con esfuerzo puedo lograr todo lo que me proponga. Hasta me regaló sus guantes. En la vida quiero ser portero, pero si no se me da la oportunidad me gustaría ser un buen dentista”.
–¿Qué pasó en Sudáfrica, cómo se llegó a este éxito?
–Tuvimos una experiencia muy linda dentro y fuera de la cancha. Jugamos los partidos con disciplina y con mucho respeto hacia los demás. Y se ganó por el trabajo y el esfuerzo que hicimos. El juego de conjunto fue importante.
–¿Imaginaste que este equipo podía levantar la copa de campeón?
–Sí, porque trabajamos mucho para conseguir esa meta. Desde que ganamos el campeonato nacional nos propusimos ser campeones del mundo.
La ruta de su triunfo
El Pachuca categoría 98 se ganó el derecho de participar en la Copa de las Naciones en junio pasado al ganar la competencia nacional entre 160 equipos. Por haber ganado el torneo nacional el año pasado, el América también tuvo un lugar en la competencia de Sudáfrica pero quedó en el duodécimo sitio.
Con la dirección técnica de Raymundo Benítez (auxiliado por su hijo, del mismo nombre), México se recuperó de la derrota inicial, en penales, ante la República Checa. Luego venció a Haití (4-0), Túnez (3-1) y Libia (2-0). En octavos de final se impuso a Indonesia (1-0), en cuartos eliminó a Estados Unidos (2-0) y en semifinales a Brasil (1-0).
Fernando Escalante, anotador de seis goles en el certamen, sostiene que el título mundial “es apenas el principio de muchos”. A sus 12 años ya sabe lo que quiere: “Ser un futbolista famoso y ganar mucho dinero”.
A Escalante –el delantero por el que se interesa el Barcelona, según Benítez– le gustaría parecerse a Édgar Benítez, el paraguayo que juega en Pachuca, pero también al Chicharito Hernández.
Cuenta que su aspiración en la vida es tener una carrera “pero vivir del futbol. Tengo la ilusión de ser profesional, dedicarme a lo que más me gusta y hacer lo que quiero”.
A Rodrigo Rodríguez sus compañeros le dicen Maradonita “porque soy driblador y hago muchos amagues”, afirma con alegría. Es mediocampista y dice que quiere parecerse a Pablo Barrera o Paul Aguilar.
Y así describe su hazaña: “Soy de Querétaro y en Sudáfrica nos coronamos porque jugamos bien los partidos y con mucha confianza. Siempre fuimos superiores a los demás. Al principio se nos complicaron algunos partidos pero jugando con orden los pudimos sacar. Sobre todo se nos complicó la semifinal ante Brasil porque enviaban muchas pelotas a nuestra área. A pesar de todo ganamos 1-0 con gol de Fernando”.
–Después de Brasil, ¿qué tan difícil resultó Uruguay en la final?
–Uruguay se nos hizo menos difícil que Brasil. Además, y nunca supimos por qué, los sudafricanos nos apoyaron mucho.
“Mi sueño es ser futbolista. Quiero ser famoso, ganar mucho dinero, tener muchas casas y autos como Calero, como Cristiano Ronaldo”, afirma.
Rodrigo recita los sobrenombres de sus compañeros: “A Luis Héctor le dicen Chihuahua porque viene de aquel estado; a Jorge le decimos Furius porque así se pone cuando se enoja, como si fuera Cuauhtémoc Blanco; a otro le llaman Cacahuate porque sus ojos son como cacahuate japonés, a Francisco Eduardo Venegas le dicen Sapo y ya se imaginarán por qué; Ernesto Monreal es El Síndrome por la forma de su cabeza; Hugo Aguirre es Grinch. Luego está Eduardo Sánchez, El Tepis, porque su papá vivió 15 años en Tepito. A mi compañero Güicho le decimos Ovni, por cabezón, y José Alvarado no tiene apodo... el profesor tampoco tiene apodo. Se lo juro...”
–¿Ya recibieron la felicitación del presidente Felipe Calderón o de la Federación Mexicana de Futbol?
–No. Nada más de los directivos del Pachuca: Jesús Martínez, Andrés Fassi y Francisco Gabriel de Anda.
–¿Qué les ofrecieron de premio?
–Nada. Ni un balón, ni una playera. Nada más la copa y las medallas.
Semillero infantil
En voz de su director deportivo Francisco Gabriel de Anda, el Pachuca asegura tener actualmente 70 mil prospectos de futbolistas en sus seis categorías infantiles (94, 95, 96, 97, 98 y 99) y que aspira llegar a 100 mil en toda la República, parte de Estados Unidos y Centroamérica. “Ese es el ideal. Y tener un torneo con 100 mil niños del club”, puntualiza.
–¿Qué continuidad le darán al equipo campeón del mundo infantil?
–El seguimiento habitual: inculcarle al muchacho que sigue siendo un juego, no quitarle ese gusto y generarle una responsabilidad que al final les puede significar una presión extra… y estar muy pendientes de ellos.
“Todos pueden llegar a ser jugadores de Primera División o quizá ninguno. Esa es la realidad. Nadie te puede garantizar eso, pero hay que ir día a día, disfrutar este momento e inculcarles primero ser buenas personas”, advierte el exfutbolista.
De Anda agrega: “Seguramente estos muchachos van a ser muy buenos ciudadanos, eso te lo garantizo. Nadie sabe (si pueden llegar al profesionalismo), son muy jóvenes para saberlo. Hoy te puedo decir que todos, porque tienen las condiciones. Después habrá que ver el desarrollo físico, emocional y un sinfín de circunstancias. (…) Ellos estarán buscando ser jugadores de Primera División y los padres tendrán una importancia, nosotros tendremos otra importancia, pero seguramente serán grandes ciudadanos. Después esperamos que lleguen a Primera y puedan darle un título mundial al país”.
Insiste: “Podemos tener no Giovannis sino Pelés o Hugos Sánchez, pero en este momento me preocupo más por el niño, por su desarrollo como persona”.
–¿Qué hace diferente a este equipo que se coronó en Sudáfrica?
–Ustedes lo ven. Esto no existe en ningún otro equipo en México y dudo que en Latinoamérica. Esta unidad, este compromiso que tenemos con la sociedad, este sentido de pertenencia y respeto a nuestro escudo lo contagiamos.
Con una trayectoria de 25 años en el futbol, de los cuales los últimos 16 los ha dedicado a la formación de jugadores en el Pachuca, Raymundo Benítez padre enumera la disciplina, el orden táctico y la alimentación como la base de su mayor éxito mundial.
“He llevado a equipos que a veces no se comen las verduras o los jugadores le hacen gestos a las comidas, pero con este grupo se trabajó bien y se alimentó mejor. La alimentación es importante. En los entrenamientos tienen prohibido comer papitas y refrescos. Tiene que ser una comida balanceada y para ello tenemos la casa-club donde hay nutriólogo y todo un equipo de apoyo.
“Además un sicólogo está con ellos los viernes y los sábados antes de cada juego. Participamos en la Liga Metropolitana del Distrito Federal una vez por semana. Entrenamos seis veces a la semana porque el objetivo se consigue a base de mucho entrenamiento. Trabajamos cuatro días en la tarde y dos en la mañana. Se trabaja igual que un equipo profesional, pero midiendo las cargas de trabajo y con balones adecuados para su edad”.
Benítez agrega: “Me siento muy orgulloso de haber sido campeón del mundo. Se ve fácil, pero no. Tiene su mérito competir ante 39 países de mucho prestigio. Ya demostramos que en México hay material. Para ello todos los entrenadores deben trabajar y meterle mucha mentalidad a los chavos”.
Revela que el Barcelona se interesó por el goleador Fernando Escalante y por el capitán Joaquín Esquivel. “Y de Francia nos preguntaron por el capitán y por Hugo Aguirre, el otro goleador”.
Al cierre de esta edición, y a casi una semana de haber conquistado el mundial infantil, los pequeños campeones seguían a la espera de la llamada de algún directivo de la Federación Mexicana de Futbol.
http://www.proceso.com.mx/rv/hemeroteca/detalleHemeroteca/152457
Un puñado de niños de secundaria le dio a México un campeonato mundial de futbol. Son los titulares del Pachuca categoría 98 y con la camiseta nacional hace una semana vencieron a Uruguay en la final del torneo Copa de las Naciones, en Soweto, Sudáfrica. No recibieron más premio que la copa y sus medallas… y el interés de algunos clubes europeos por las figuras más destacadas del equipo. Y aún esperan que el gobierno o la Federación Mexicana de Futbol les den por lo menos una palabra de aliento.
PACHUCA, HGO.- Apenas tienen 12 años y ya son campeones mundiales de futbol. Son los 14 integrantes del club Pachuca categoría 98 que llevaron la representación de México a la Copa de las Naciones.
Los adolescentes –la mayoría de ellos cursa primero de secundaria– han entrenado bajo la dirección de Raymundo Benítez desde hace 15 meses. Aunque todos juegan en Pachuca, sólo cuatro son originarios de Hidalgo. Los demás vienen del Estado de México, Zacatecas, Chihuahua, Colima, Coahuila, Guanajuato, Querétaro y Tamaulipas.
Benítez, sólido formador de futbolistas, ha ganado un centenar de títulos con equipos de fuerzas básicas; entre ellos dos medallas de oro, una de plata y una de bronce en las Olimpiadas Nacionales.
Su más reciente logro: el domingo 3 el equipo que dirige conquistó la Copa de las Naciones Danone, competencia avalada por la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA).
Y algo más. Al menos tres de los flamantes campeones mundiales despetaron el interés del Barcelona y de algunos equipos de la liga francesa, cuenta Benítez a Proceso.
Desde el domingo 3 hay 14 muchachos que viven días de gloria después de superar 2-0 a Uruguay en la final del torneo jugado en Soweto, Sudáfrica. Y además tuvieron una sorpresa: un encuentro con el exjugador francés Zinedine Zidane, padrino del certamen y a quien le correspondió la entrega de la copa mundialista.
El centrocampista que fue campeón mundial en 1998 les recordó a los jóvenes el caso del mexicano Giovanni dos Santos, quien hace 10 años se dio a conocer en este mismo certamen, cinco años más tarde levantó el trofeo en el Mundial Sub-17 (Perú 2005) y luego fue contratado por el Barcelona:
“Esto puede ser un impulso pero no es mi mensaje. Mi mensaje es que disfruten el momento y que si algún día uno puede salir como Gio, pues sería grandioso. Ojalá en el futuro podamos ver a muchos (de estos) niños en la Copa del Mundo de verdad”.
El aliento de Zidane
El delantero tamaulipeco Hugo Aguirre, autor del primer gol frente a los uruguayos, todavía tiene presentes las palabras del exfutbolista galo: “Él vio nuestro partido de la final. Tuvimos la fortuna de que se sentara justito por la banda en la que yo jugaba. Noté que me estuvo observando y después nos dijo a todos: ‘Muy bien jugado. Forman una buena selección, sigan adelante porque seguramente llegarán muy lejos’”.
Aguirre, uno de los prospectos del Pachuca por el que se interesa un equipo francés, se ilusiona: “Quisiera llegar a ser como Messi... mi sueño es ser futbolista, pero si no se llegan a dar las cosas me iría a la carrera de contador”.
Agrega: “Quedará en mi archivo por si acaso me voy del club por alguna razón y me quiere otro equipo. Ahí estará entonces mi expediente de que he sido campeón del mundo. Espero que este logro me ayude para seguir siendo jugador de futbol. Será nuestra principal carta de presentación”.
–¿Cómo vives tu momento al saberte campeón del mundo?
–Es demasiado emocionante… no se puede explicar. Te dan ganas de llorar, disfrutar, estar con tu familia, con los amigos. Es una situación muy agradable e inexplicable que jamás olvidaré. Estoy muy feliz.
Aguirre fue reclutado por visores del Pachuca en un torneo en Querétaro en agosto de 2009. “Me invitaron a realizar pruebas, pero no pude en ese momento, y en noviembre pasado le hablaron a mi papá, que si podía venir a Pachuca a realizar pruebas en diciembre. Me presenté y quedé seleccionado en enero. Aquí me dan alimentación, hospedaje, estudios, transporte. No me pagan, pero eso contaría como mi paga porque sería muy difícil que mis padres paguen todo eso. Curso primero de secundaria”.
El portero Carlos Moreno sueña con llegar a ser como el mayor referente y capitán del Pachuca, el colombiano Miguel Calero. “Esa es mi meta y mi máxima ilusión: ser Calero. De él me gusta su forma de ser y su personalidad. Es mi guía: me fijo cómo se para en el área, qué hace, cómo recorre la portería y cómo toma el balón”.
Originario de Colima, Moreno conoció a su ídolo el miércoles 6 durante el convivio que la dirección del club hidalguense organizó con los monarcas infantiles y los jugadores del primer equipo.
Ahí el joven portero le expresó su admiración a Calero. “Ahora ya sabe que quiero ser como él. Aproveché el momento para decirle que es mi ídolo y que quiero seguir sus pasos. Me dijo que con esfuerzo puedo lograr todo lo que me proponga. Hasta me regaló sus guantes. En la vida quiero ser portero, pero si no se me da la oportunidad me gustaría ser un buen dentista”.
–¿Qué pasó en Sudáfrica, cómo se llegó a este éxito?
–Tuvimos una experiencia muy linda dentro y fuera de la cancha. Jugamos los partidos con disciplina y con mucho respeto hacia los demás. Y se ganó por el trabajo y el esfuerzo que hicimos. El juego de conjunto fue importante.
–¿Imaginaste que este equipo podía levantar la copa de campeón?
–Sí, porque trabajamos mucho para conseguir esa meta. Desde que ganamos el campeonato nacional nos propusimos ser campeones del mundo.
La ruta de su triunfo
El Pachuca categoría 98 se ganó el derecho de participar en la Copa de las Naciones en junio pasado al ganar la competencia nacional entre 160 equipos. Por haber ganado el torneo nacional el año pasado, el América también tuvo un lugar en la competencia de Sudáfrica pero quedó en el duodécimo sitio.
Con la dirección técnica de Raymundo Benítez (auxiliado por su hijo, del mismo nombre), México se recuperó de la derrota inicial, en penales, ante la República Checa. Luego venció a Haití (4-0), Túnez (3-1) y Libia (2-0). En octavos de final se impuso a Indonesia (1-0), en cuartos eliminó a Estados Unidos (2-0) y en semifinales a Brasil (1-0).
Fernando Escalante, anotador de seis goles en el certamen, sostiene que el título mundial “es apenas el principio de muchos”. A sus 12 años ya sabe lo que quiere: “Ser un futbolista famoso y ganar mucho dinero”.
A Escalante –el delantero por el que se interesa el Barcelona, según Benítez– le gustaría parecerse a Édgar Benítez, el paraguayo que juega en Pachuca, pero también al Chicharito Hernández.
Cuenta que su aspiración en la vida es tener una carrera “pero vivir del futbol. Tengo la ilusión de ser profesional, dedicarme a lo que más me gusta y hacer lo que quiero”.
A Rodrigo Rodríguez sus compañeros le dicen Maradonita “porque soy driblador y hago muchos amagues”, afirma con alegría. Es mediocampista y dice que quiere parecerse a Pablo Barrera o Paul Aguilar.
Y así describe su hazaña: “Soy de Querétaro y en Sudáfrica nos coronamos porque jugamos bien los partidos y con mucha confianza. Siempre fuimos superiores a los demás. Al principio se nos complicaron algunos partidos pero jugando con orden los pudimos sacar. Sobre todo se nos complicó la semifinal ante Brasil porque enviaban muchas pelotas a nuestra área. A pesar de todo ganamos 1-0 con gol de Fernando”.
–Después de Brasil, ¿qué tan difícil resultó Uruguay en la final?
–Uruguay se nos hizo menos difícil que Brasil. Además, y nunca supimos por qué, los sudafricanos nos apoyaron mucho.
“Mi sueño es ser futbolista. Quiero ser famoso, ganar mucho dinero, tener muchas casas y autos como Calero, como Cristiano Ronaldo”, afirma.
Rodrigo recita los sobrenombres de sus compañeros: “A Luis Héctor le dicen Chihuahua porque viene de aquel estado; a Jorge le decimos Furius porque así se pone cuando se enoja, como si fuera Cuauhtémoc Blanco; a otro le llaman Cacahuate porque sus ojos son como cacahuate japonés, a Francisco Eduardo Venegas le dicen Sapo y ya se imaginarán por qué; Ernesto Monreal es El Síndrome por la forma de su cabeza; Hugo Aguirre es Grinch. Luego está Eduardo Sánchez, El Tepis, porque su papá vivió 15 años en Tepito. A mi compañero Güicho le decimos Ovni, por cabezón, y José Alvarado no tiene apodo... el profesor tampoco tiene apodo. Se lo juro...”
–¿Ya recibieron la felicitación del presidente Felipe Calderón o de la Federación Mexicana de Futbol?
–No. Nada más de los directivos del Pachuca: Jesús Martínez, Andrés Fassi y Francisco Gabriel de Anda.
–¿Qué les ofrecieron de premio?
–Nada. Ni un balón, ni una playera. Nada más la copa y las medallas.
Semillero infantil
En voz de su director deportivo Francisco Gabriel de Anda, el Pachuca asegura tener actualmente 70 mil prospectos de futbolistas en sus seis categorías infantiles (94, 95, 96, 97, 98 y 99) y que aspira llegar a 100 mil en toda la República, parte de Estados Unidos y Centroamérica. “Ese es el ideal. Y tener un torneo con 100 mil niños del club”, puntualiza.
–¿Qué continuidad le darán al equipo campeón del mundo infantil?
–El seguimiento habitual: inculcarle al muchacho que sigue siendo un juego, no quitarle ese gusto y generarle una responsabilidad que al final les puede significar una presión extra… y estar muy pendientes de ellos.
“Todos pueden llegar a ser jugadores de Primera División o quizá ninguno. Esa es la realidad. Nadie te puede garantizar eso, pero hay que ir día a día, disfrutar este momento e inculcarles primero ser buenas personas”, advierte el exfutbolista.
De Anda agrega: “Seguramente estos muchachos van a ser muy buenos ciudadanos, eso te lo garantizo. Nadie sabe (si pueden llegar al profesionalismo), son muy jóvenes para saberlo. Hoy te puedo decir que todos, porque tienen las condiciones. Después habrá que ver el desarrollo físico, emocional y un sinfín de circunstancias. (…) Ellos estarán buscando ser jugadores de Primera División y los padres tendrán una importancia, nosotros tendremos otra importancia, pero seguramente serán grandes ciudadanos. Después esperamos que lleguen a Primera y puedan darle un título mundial al país”.
Insiste: “Podemos tener no Giovannis sino Pelés o Hugos Sánchez, pero en este momento me preocupo más por el niño, por su desarrollo como persona”.
–¿Qué hace diferente a este equipo que se coronó en Sudáfrica?
–Ustedes lo ven. Esto no existe en ningún otro equipo en México y dudo que en Latinoamérica. Esta unidad, este compromiso que tenemos con la sociedad, este sentido de pertenencia y respeto a nuestro escudo lo contagiamos.
Con una trayectoria de 25 años en el futbol, de los cuales los últimos 16 los ha dedicado a la formación de jugadores en el Pachuca, Raymundo Benítez padre enumera la disciplina, el orden táctico y la alimentación como la base de su mayor éxito mundial.
“He llevado a equipos que a veces no se comen las verduras o los jugadores le hacen gestos a las comidas, pero con este grupo se trabajó bien y se alimentó mejor. La alimentación es importante. En los entrenamientos tienen prohibido comer papitas y refrescos. Tiene que ser una comida balanceada y para ello tenemos la casa-club donde hay nutriólogo y todo un equipo de apoyo.
“Además un sicólogo está con ellos los viernes y los sábados antes de cada juego. Participamos en la Liga Metropolitana del Distrito Federal una vez por semana. Entrenamos seis veces a la semana porque el objetivo se consigue a base de mucho entrenamiento. Trabajamos cuatro días en la tarde y dos en la mañana. Se trabaja igual que un equipo profesional, pero midiendo las cargas de trabajo y con balones adecuados para su edad”.
Benítez agrega: “Me siento muy orgulloso de haber sido campeón del mundo. Se ve fácil, pero no. Tiene su mérito competir ante 39 países de mucho prestigio. Ya demostramos que en México hay material. Para ello todos los entrenadores deben trabajar y meterle mucha mentalidad a los chavos”.
Revela que el Barcelona se interesó por el goleador Fernando Escalante y por el capitán Joaquín Esquivel. “Y de Francia nos preguntaron por el capitán y por Hugo Aguirre, el otro goleador”.
Al cierre de esta edición, y a casi una semana de haber conquistado el mundial infantil, los pequeños campeones seguían a la espera de la llamada de algún directivo de la Federación Mexicana de Futbol.
http://www.proceso.com.mx/rv/hemeroteca/detalleHemeroteca/152457
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