¿Qué espera Dios de nosotros?
- ¿Qué espera Dios de nosotros?
Y el cardenal Carlo María Martini contesta:
Que confiemos en él y en los demás. Quiere que seamos fuertes y humildes. Fuertes para tener la audacia de intervenir cuando se nos necesita o cuando se comete una injusticia. Quiere que sepamos que él está de nuestra parte.
"No se puede realizar obra buena alguna, no se puede ir a los niños de la calle o a los sin techo o dirigir una Iglesia y decirse a sí mismo que uno lo hace con sus propias fuerzas. Si no se confía en que se recibe una fuerza sobrenatural o divina, es un acto de soberbia. Dios quiere hombres que cuenten con su ayuda y su poder. Esos hombres pueden transformar la tierra y, sobre todo, transformar el sufrimiento y las injusticias, a fin de que el mundo llegue a ser como Dios lo ha creado, como Dios lo quiere: lleno de amor, justo, bien cuidado, interesante. Para ello nos querría como colaboradores" (pp. 26-27).
Somos colaboradores de Dios. Todas nuestras iniciativas, proyectos, obras, servicios y actividades son medios para llevar a cabo un plan mayor. Mayormente cuando nuestras acciones ayudan a cuidar la vida, a disminuir la tristeza, a aumentar la dicha, a resolver necesidades, a devolver la humanidad perdida en los cachitos de mundo donde nos toca participar.
Por eso nos corresponde ser humildes, porque han sido un regalo sobrenatural las fuerzas y la inteligencia para hacer las cosas. Por eso se nos pide confianza. Confiar en Dios y en las demás personas. Tener fe en la cercanía y amistad en quienes podemos apoyarnos para desempeñar la misión que nos ha sido encomendada. Esa confianza nos hace personas seguras y fuertes. Esa confianza permite andar con alegría en el cumplimiento de las tareas que se nos han confiado.
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