Apuntes de una experiencia

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Los pasados días 4 y 5 de julio participé en el Tercer Coloquio del Doctorado Regional de Educación, celebrado en Monterrey, Nuevo León. El objetivo fue presentar avances del segundo semestre y aprender de las experiencias presentadas, así como de las ideas que se generara en el intercambio. La tarea era elaborar una conferencia y presentarla.


Para dar sustancia al trabajo, recuperé las ideas que los alumnos expresaron en el ensayo integrador del curso de filosofía, en el mes de junio pasado. Organicé por temas de interés las voces de los muchachos. Y me empecé a preguntar: ¿Qué significa, desde el punto de vista educativo, la opinión y la experiencia de los estudiantes?


Como me recomendó el doctor Calderón, mi director de tesis, elaboré la ponencia para el Coloquio con la idea de exponer la contradicción que existe entre los deseos, las necesidades y las expectativas de los jóvenes estudiantes, y la respuesta que da el aparato escolar, representado por la manera de ser, de pensar y de actuar del profesorado. Quise narrar el desencuentro que se produce entre la cultura juvenil y la cultura escolar. También traté de comprender un poco por qué ocurre este fenómeno.


Los profesores estamos acostumbrados a la certidumbre, la homogeneidad, a la reflexión espontánea que nos impide profundizar en los acontecimientos. La categoría de experiencia puede ayudar a entender estos fenómenos. La realidad es diversa. Los sujetos han dejado de acudir a un solo modelo de lógica de acción. El individuo, por lo común, se ha vuelto autorreferencial, guiado por sus deseos, sus intuiciones, su subjetividad.


Escuchar con atención y con tacto la voz de los estudiantes nos puede ir abriendo a la complejidad, a la heterogeneidad de lógicas de acción, a la diversidad y a la subjetividad de los estudiantes. Todo con el objetivo de escuchar, de dialogar, de dejarse guiar por las preguntas, de comprender, de pensar de otra forma el mundo escolar.


Esta actitud de escucha, de dejarse cuestionar por la realidad de los jóvenes estudiantes, puede llevar a una experiencia de formación docente, caracterizada por la autonomía y por la respuesta responsable y libre a los acontecimientos que nos marcan.


Organicé mis ideas en fichas de trabajo, para llevar mejor orden y claridad en la exposición. En lugar del power point, las fichas fueron el apoyo el desarrollo de la plática.


¿Qué observaciones me fueron hechas?


La doctora Rosa María Torres Hernández, de la UPN Ajusco, comentó que tengo los siguientes retos:


1. Suspender los prejuicios.


2. Asumir la pregunta: ¿Cómo se analiza algo cuando uno está implicado?


3. Fundamentar mejor la postura que asumo en la investigación


4. Vigilancia epistémica. Que las teorías ayuden a analizar mi propia implicación.


5. Hacer un trabajo metodológico puro. Explicitación clara del encuadre de las técnicas de investigación.


6. Las salidas a donde apunto ya fueron probadas en otros escenarios. Lo relevante sería entrar al terreno de lo que no sabemos. ¿Qué otras cosas dan resultado? ¿Cómo salir de las medidas compensatorias que se ofrecen ante la realidad de duelo que viven los adolescentes de Preparatoria?


7. Leer a Paul Willis, Aprendiendo a trabajar.


8. Es necesario estudiar la cultura escolar que es incapaz de moverse. ¿Qué cambios en la cultura escolar son necesarios?


9. Una tesis doctoral aporta una forma de pensar, una forma de estructurar los problemas. ¿Hacia dónde camino en ese sentido?


La doctora Yolanda López, de la UPN San Luis Potosí, hizo los siguientes comentarios:


1. Ve conveniente regresar a las críticas de las que hablo al inicio del trabajo. Profundizar en ellas, para hacer una discusión epistemológica.


2. Leer a Passeggi. Dice que la experiencia es fruto de la narración.


3. ¿Cuál es el relato producido?


a) Narrar el contexto de origen del relato.


b) El investigador estudia el relato. Busca claridad metodológica.


c) Escribir una narrativa de la investigación.


d) El investigador hace su propio relato. Escribir la trama de la trama.


El maestro Víctor Manuel Fernández me recomendó atender la intuición de su nieto, que en cierta ocasión comentó que es mejor ser perro, ellos no tienen que ir a la escuela.


¿Qué conclusiones puedo hacer?


1. Falta sustento teórico. Es necesario profundizar y hacer más compleja la reflexión. Seguir indagando en la lógica de acción de esta investigación. Ahondar en los autores que mejor pueden guiar este camino: Dubet, Mélich, Larrosa, Fernando Bárcena, María Zambrano.


2. Ordenar mi tiempo de estudio y de trabajo, para concentrarme mejor.


3. Trabajar en vacaciones la elaboración de herramientas de investigación: preguntas para entrevistas, guión de conversación, temas y preguntas para los grupos de discusión.


4. ¿Qué se puede aportar con esta investigación? ¿Alternativas nuevas a los problemas de la adolescencia que estudia en la Prepa? ¿Acaso una forma de pensar la realidad educativa de la escuela preparatoria?¿Una manera de plantear las problemática de este nivel educativo, desde las voces y la realidad de los jóvenes estudiantes?

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