¿Cuidamos o abandonamos?
Conferencia: "El pueblo y el centro ceremonial del Teul"
Lo dijo Peter Jiménez: Estamos en un umbral. Es un momento de la historia del pueblo del Teul para decidir qué pueblo queremos en el futuro. ¿Dejamos que se destruya su esencia y que se parezca a pueblos como Fresnillo? ¿O lo defendemos y protegemos para que siga siendo un pueblo fiel a su identidad? ¿Qué será del pueblo en el futuro? ¿Lo cuidamos o dejamos que se destruya? ¿Cómo conservar el pueblo a la altura de la historia del Teul?
Fue la conferencia más importante que han dado hasta ahora los arqueólogos del proyecto arqueológico Cerro del Teul. Así lo anunció Peter Jiménez, codirector de la Zona Arqueológica Cerro del Teul, la noche del viernes 1 de agosto, al dictar la conferencia "El pueblo y el centro ceremonial del Teul", en el Teatro Parroquial José Isabel Flores.
Peter afirmó que a los arqueólogos les preocupa el pueblo del Teul, el destino del centro histórico como zona típica. Dijo que, por un lado, al abrir la zona arqueológica, le hacen un bien al pueblo; pero también le hacen un mal, porque vendrán los turistas y el Teul no está listo para recibir visitantes. "Es muy fácil que nos lleguemos a parecer a Fresnillo". Es muy fácil convertirnos en un pueblo feo, sin dignidad arquitectónica, sin identidad de zona típica.
Y dio ejemplos. La imagen urbana está llena de llagas: el yonke por el libramiento, edificios altos que quitan visión al Cerro del Teul, tinacos y antenas en los techos de las casas, mantas con publicidad en los negocios, ventanas y puertas que todos los días aparecen sin control alguno y que atentan contra el estilo arquitectónico del pueblo. Casas de un solo nivel que de pronto las hacen de dos o tres pisos, zona peatonal invadida de autos, motos y bicis. Todo eso va contra la zona típica del Teul, que es el principal atractivo para los turistas.
"Si el Teul se destruye y llega a ser un pueblo horroroso como hay muchos, ¿quién querrá venir a visitar al Teul? La zona peatonal es fantástica. ¿Pero quién cuida que no entren vehículos y se estacionen en ella autos de manera desordenada?", volvió a preguntar Peter Jiménez.
Peter acribilló a los asistentes al Teatro Parroquial con sus preguntas. Un fuerte llamado a las conciencias. Estamos a tiempo. Es más fácil destruir el pueblo, que cuidarlo. El Centro Histórico como zona típica está perdiendo su homogeneidad. Hay muchas señales de destrucción, de gente que quiere construir como le venga en gana. Y cuando alguien dice "me vale", está dando un estoque a la idea de ser un pueblo con zona típica.
¿Quién cuida que no contaminen los restaurantes y cabañas que se están construyendo en la presa La Aticuata? ¿Quién cuida que sólo ingresen a sus aguas, limpias hasta ahora, lanchas de dos tiempos y de escaso impacto? Los desechos de drenaje, sin empiezan a desechar en la Presa, ésta dejará de ser un lugar de aguas limpias y sanas, y se convertirá en un foco de infección. ¿A quién le importa cuidar la Presa? ¿Quién la quiere cuidar? ¿A quién le corresponde cuidar?
En el caso de la zona típica, la responsabilidad es de la Junta de Monumentos, del gobierno municipal, del Comité Pueblo Mágico, pero también del resto de la sociedad. El compromiso es de todos. Y es un compromiso enorme. Estamos a tiempo de decidirnos a cuidar la herencia de las generaciones anteriores o, de plano, hacenos de la vista gorda y dejar que las cosas caminen solas... al descuido, al abandono, a la destrucción.
Peter expresó también que el Teul se está dando a conocer al mundo. Con seguridad vendrán los turistas. Pero hay que tener cuidado. El turismo puede construir o destruir. Y nuevamente hizo la pregunta que nos saca de la indiferencia: ¿Estamos haciendo lo correcto para cuidar el centro histórico? ¿Estamos haciendo lo correcto para cuidar la Presa La Aticuata?
También nos preguntó: ¿Vale la pena sacrificar un poco el interés personal por dar preferencia al bien colectivo? ¿Dejamos que se haga negocio a cualquier precio o aplicamos las leyes vigentes y participamos para hacer que las cosas mejoren?
Sobre la polémica que existe actualmente sobre el cierre temprano por la noche, de negocios que venden bebidas alcohólicas, Peter fue igualmente muy claro: El Teul no puede convertirse en una inmensa cantina. El mezcal es uno de nuestros productos representativos. Pero no podemos permitir que se abuse en el consumo, hasta perder la tranquilidad del pueblo.
Finalmente, la arqueóloga Laura Solar, codirectora de la Zona Arqueológica Cerro del Teul, tomó la palabra para comentar que el riesgo que tiene nuestro pueblo es ser serviles al turismo de cualquier tipo. No podemos ofrecer todo lo que nos pidan. La cultura y la naturaleza son nuestros principales recursos. Por eso, el turismo que queremos es el turismo cultural, el turismo que valora y respeta la cultura y la naturaleza de los lugares visitados.
Así transcurrió la conferencia. Con un mensaje, podemos decir, profético. Directo al corazón y a la conciencia de los teulenses. Estamos a tiempo. ¿Cuidamos o abandonamos? Esa es la cuestión.
Hugo Ávila Gómez
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